Hoy en día, la Educación a Distancia tiene un importante desafío: ser capaz de entregar una experiencia real, útil y sobretodo coherente con el desempeño de su estudiante. Una de las formas de conseguir lo anterior, es a través de la elaboración de contenidos que logren establecer vínculos emocionales con sus receptores, a través del desarrollo de relatos que gocen de un contexto y posean un sentido en sí mismos.

El presente artículo pretende sentar doctrina y difundir nuevos conocimientos, que complementen el trabajo que realizan los asesores educativos y productores multimedia involucrados en el desarrollo de los contenidos de un curso a distancia.

"… somos seres para la aventura. El hombre nunca podrá renunciar a que le narren historias".

Mircea Eliade (1980)

Contar una historia es una de las tradiciones orales más primitivas y conocidas de cualquier cultura. Gracias a ellas, se ha sido capaz de expresar, transmitir y perpetuar gran parte de nuestras tradiciones, a través de diferentes tipos de acontecimientos cargados de emociones y sensaciones. Las historias se han encargado de cautivar al hombre desde los inicios de los tiempos. Como menciona el neurólogo y psiquiatra austriaco Victor Frankl (1991), el hombre es un animal en permanente búsqueda de sentido, que se alimenta de los hechos que vive día a día, para construir su propia identidad.

Una buena historia es capaz de adentrarse en los cinco sentidos de una persona. De acuerdo con Núñez (2007), una buena historia huele, tiene textura, se puede ver aunque carezca de un soporte visual y se puede oír aunque sea muda. Hace unos 75.000 años atrás, antiguos cazadores del paleolítico ya comenzaban a reconocer la importancia de aquello. Un reciente estudio llevado a cabo por la antropóloga Weissner (2014), indica que las historias ayudaron a construir la identidad social y cultural humana. Este tipo de historias en torno al calor del fuego, sirvieron para hacer evolucionar el pensamiento al reforzar las tradiciones sociales, promover la armonía, la igualdad y cultivar la imaginación de los primeros hombres.

En la actualidad se habla de una revolución digital (CEPAL, 2015), la cual ha generado diferentes cambios en las maneras en que se organiza la sociedad en torno al conocimiento y la información. A pesar de lo anterior, las historias continúan manteniendo su poder. Hoy en día, se ha sido capaz de reemplazar las fogatas de los cazadores y tribus nómadas en donde compartían sus experiencias, por los blogs de internet, la televisión interactiva y los Smartphone. La cultura anglosajona se ha encargado de utilizar una nueva denominación para todo este fenómeno: el Storytelling.

 

Storytelling: El arte de contar historias

Son muchas las definiciones que se pueden encontrar con relación al Storytelling. De acuerdo a los propósitos que se propone el presente artículo, Storytelling es el arte de contar una historia usando un lenguaje sensorial presentado de tal forma que transmite a los oyentes la capacidad de interiorizar, comprender y crear significado personal de ello.
El mundo del marketing es una de las áreas que inició la utilización del Storytelling de manera masiva. Diferentes empresas e instituciones han identificado los beneficios que genera el saber contar una buena historia a sus clientes. En ocasiones, esto se puede evidenciar en una situación tan cotidiana como ver algún spot publicitario que se emita por televisión.

Como se puede evidenciar, la publicidad y el marketing venden historias e impulsan necesidades. A raíz de lo mencionado, salen a relucir algunas inquietudes: ¿se consideraría adecuado relegar el uso del Storytelling de manera exclusiva al mundo del marketing y el entretenimiento?, ¿por qué no emplearlo para una mejor comunicación educativa?


Interés educativo de las historias

Los entornos educativos presenciales no han sido los únicos que han hecho uso de las historias. La Educación a Distancia también se ha influenciado de manera importante a través de lo que sucede actualmente con el desarrollo de sus cursos y material interactivo.

 

El mediatizador como soporte de historias
De acuerdo a la Cartilla de procedimientos técnicos del SEADE (2011), mediatizar consiste en establecer y desarrollar la forma de representar multimedialmente los contenidos de un curso a distancia. Dentro de este proceso, se definen los recursos, la narración, el diseño de la interactividad y estructura de navegación que tendrá el curso. Todos estos elementos se plasman en un producto concreto, denominado guión técnico de contenidos.

Con relación a los responsables de este proceso, se ha determinado que no existe un único individuo involucrado en esta tarea, sino que son dos los principales actores: el asesor educativo que establece la mediatización y el productor multimedia que la desarrolla.

Si bien la mediatización se tiende a categorizar dentro del quehacer técnico, es importante entenderla como algo más que eso, debido a que la labor del mediatizador no se limita a rellenar instrucciones y buscar las imágenes más adecuadas para algún contenido, sino que posee una estrecha relación con la elaboración de recursos didácticos.

El profesor y licenciado en matemáticas Yves Chevallard (1991), define el concepto de transposición didáctica como el proceso mediante el cual se modifica y transforma un contenido de saber científico, en un saber posible de ser enseñado al estudiante.

Siendo capaz de realizar una mediatización que considere una visión más amplia de lo que significa el trabajo con el experto en contenidos, se brindarán las condiciones ideales para desarrollar historias que resuenen en los estudiantes.



El viaje del héroe: Un ejemplo práctico de Storytelling aplicado en un curso a distancia.

Una de las maneras de aplicar el Storytelling en el desarrollo de un recurso para Educación a Distancia, es a través del diseño de una situación que consiga narrar una historia, un viaje que considere diferentes etapas, en donde el participante del curso logre sentir cercanía y conexión con el material que visualiza a través de su computador.

En el año 1949, el antropólogo y mitólogo Joseph Campbell acuña el término “el viaje del héroe” para definir el patrón narrativo de muchos relatos épicos alrededor del mundo. Campbell señala que los héroes de numerosos mitos a lo largo del tiempo y espacio comparten similitudes. Los héroes suelen pasar a través de ciclos o aventuras similares en todas las culturas.



Este camino del héroe según Campbell, consta de ocho etapas:

 

En la siguiente tabla, se puede observar un ejemplo de un guion didáctico que aplica los pasos anteriormente descritos por Campbell, en beneficio de una historia. El contenido utilizado para diseñar la siguiente historia, corresponde a uno de los temas trabajados en el curso “Tutor virtual del SEADE”:

Como se logra apreciar, el desarrollo de un guión didáctico que considere una buena estructura interna, beneficia la existencia de un hilo conductor entre el conflicto, cómo se desarrolla y cuál es el desenlace de una historia.

"…si tú me cuentas un relato que enriquezca el sentido de mi vida, yo, a cambio, te prestaré mi valiosa atención".

Antonio Núñez (2007)

Un curso a distancia puede estar compuesto por una variedad de colores, formas y esquemas que otorgan fuerza y brindan una importante motivación al estudiante. Sin embargo, estos elementos no son más que un amplificador de la frecuencia que está definida inicialmente por los contenidos del curso.

El profesional responsable de desarrollar la mediatización de los contenidos, tiene la obligación de ofrecer al estudiante, un curso a distancia que vaya más allá de poder descargar de manera digital un reglamento que puede conseguir en formato físico en su unidad; si no que ser capaz de diseñar experiencias reales, útiles y sobretodo, coherentes con el desempeño de su estudiante.

A lo largo del país, existen diferentes tipos de alumnos. Mientras que un soldado desempeña su guardia en medio de la pampa nortina, otro se encuentra desactivando explosivos en el extremo sur. Es importante que cada uno de ellos sienta que los contenidos de su curso a distancia han sido elaborados de personalmente para ellos. La utilización de contenidos a distancia que consideren una lógica asociada a las historias, significará un apoyo para reducir aquella brecha espacial, a través del desarrollo de recursos que otorguen un sentido a los contenidos que visualiza el estudiante en su curso a distancia.

Cuando se asume el desafío de diseñar un curso a distancia que sea capaz de transmitir una serie de contenidos a través de un computador, se hace necesario una visión amplia, que motive a utilizar un abanico de herramientas mayor al que normalmente ha utilizado como alumno o docente en distintos entornos presenciales. La utilización de historia s viene a complementar de buena manera el trabajo que se realiza en materia de mediatización de cursos a distancia en el Ejército.

Por otro lado, es importante tener presente que el Storytelling en Educación a Distancia no es maquillar, ilustrar o entretener con un contenido, sino que es entregar un nuevo sentido a estos. Es esencial que los asesores educativos involucrados en la generación de los contenidos de un determinado curso a distancia, comiencen por escuchar y detectar situaciones en su escuela, que puedan ser utilizadas para generar una historia atingente a las necesidades de sus alumnos. Las historias no se llegan y escriben. Las historias se editan, se agrupan y se trabaja sobre ellas.

Finalmente, el Storytelling no aspira a ser la solución definitiva para cada uno de los cursos a distancia que se desarrollen en el SEADE. Van a existir ocasiones en que será más adecuado utilizar otro tipo de herramientas o estrategias. Todo dependerá del objetivo que tenga el curso a distancia, sus contenidos y la profundidad con la cual necesiten ser trabajados.

Bibliografía

  • CAMPBELL, J. (2014). El héroe de las mil caras. Psicoanálisis del mito. México: Fondo de Cultura Económica.
  • CEPAL. (2015). La nueva revolución digital: De la internet del consumo a la internet de la producción. Santiago: Naciones Unidas.
  • CHEVALLARD, Y. (1991). La transposición didáctica: Del saber sabio al saber enseñado. Buenos Aires: AIQUE.
  • EJÉRCITO DE CHILE. COMANDO DE EDUCACIÓN Y DOCTRINA. (2011). Cartilla de procedimientos técnicos del SEADE. CAE-01004.
  • ELIADE, M. (1980). La prueba del laberinto: Conversaciones con Claude-Henri Rocquet, traducción de J. Valiente Malla. Madrid: Ediciones Cristiandad.
  • FRANKL, V. (2009). El hombre en busca de sentido. Barcelona: Herder.
  • LAVE, J., & WENGER, E. (1991). Aprendizaje situado: Participación periférica legítima, traducción de M. Espíndola y C. Alfaro. New York: Cambridge University Press.
  • MOORMAN, D. (2015). This Is Not a Fable: Using Storytelling in a College Classroom to Enhance Student Learning. Georgia: SoTL Commons Conference.
  • NUÑEZ, A. (2007). ¡Será mejor que lo cuentes!: Los relatos como herramientas de comunicación (Storytelling). Barcelona: Empresa Activa.
  • WIESSNER, P. (2014). Embers of society: Firelight talk among the Ju/’hoansi Bushmen. Michigan: Board.